Es difícil ser libre, pero cuando funciona, ¡vale la pena! Janis Joplin.


lunes, 19 de diciembre de 2011

"PRIMEROS PASOS"


Llevo tres días intentado caminar y cada vez me resulta más fácil. Quiero que sea un aprendizaje significativo, de esos que marcan para siempre. Siempre he querido comenzar a andar pero hasta hace poco, todo ha sido caída tras caída, golpe tras golpe. Lo que hacía que me cabreara con más facilidad. Ese cabreo me condujo a la cabezonería y a la confianza propia para poder solventar el problema. Es cierto eso que para caminar erguido primero debes gatear, pero quiero andar para hacer libres a mis manos que me permitan manipular cosas y desplazarme de aquí para allá sin depender de nadie. Considero que ya llevo tiempo más que suficiente arrastrándome, mirando el mundo desde un prisma demasiado bajo. Por fin hoy saldré a la calle yo solo. Es el gran día. Caminaba a marchas formadas, memorizando puntos de referencia para el retorno a mi Ítaca, mi hogar. La gente me contemplaba raro pero como no los conocía poco me importaba su impresión, yo continué a lo mío. Llegué a un parque que parecía lluvioso, pues las hojas de los castaños caían sin cesar repoblando el suelo de hojas muertas. Comenzó a oscurecer y el cielo azul se fue tornando cada vez más oscuro hasta quedarse negro. Nunca he tenido nictofobia ni reticencia a lo nuevo. Justo lo contrario, era el escenario idóneo del mundo por el que nunca he vagado solo. De pronto escuche las palabras de un viejo árbol y quedé atolondrado. Así que me senté sobre sus raíces y contemple la savia que circula por su interior.

"REGRESIÓN"


Me desperté medio enterrado en una duna. Tenía arena en todos los recovecos de mi cuerpo y mi piel estaba rebozada completamente. Me sentía desubicado, pues mi último recuerdo era que estaba bañándome en un pequeño oasis con una mujer desnuda. No mediamos palabra alguna, toda comunicación fue a través del cruce de nuestras cómplices miradas. Recuerdo que empezó a arrojarme agua por la espalda para después secarme con sus labios. El agua estaba fría, pero el calor que emanaba de sus manos compensaba con creces aquellos titubeos medrosos que me extrapolaban a un mundo de caricias sublimes. Acto seguido tras un escalofrío peculiar me puse detrás de ella, era mi turno. La rodeé con mis brazos y nos introdujimos siendo uno en el interior del agua. Ella encogió su cuerpo contra el mío y yo coloque mi barbilla en su hermoso hombro izquierdo. Suspiraba mientras besaba su oreja tan húmeda, tan llena de sabor, tan dulce… Fruto de esa acción, favoreció que nuestras manos se entrelazaran y se diera la vuelta para retarnos con una profunda mirada. Nos fuimos acercando poco a poco hasta que nuestros labios se encontraron. Las caricias sosegadas del principio fue el preludio de la pasión que concurría en ese momento. Después abrí los ojos, ella me tenia agarrado por el cuello de forma tierna, me volvió a mirar hacia los adentros de mis verdosos ojos y besó mi frente. Se fue de mi lado y sentí el desgarro de una parte invisible de mi cuerpo. Se zambulló en el agua completamente y desapareció. Jamás volvió, no salió del agua. Yo tampoco fui a buscarla, suponía que estaba donde quería estar, en su pequeño rincón sagrado. Yo anquilosado en mi mente comencé a alejarme, dejé mi ropa tirada y unos pocos enseres personales. Nada me hacía falta y nada me importaba, solo quería huir. Mi inocencia había sido interrumpida por aquella mujer resquebrajando mi realidad. Después no recuerdo nada más, solo que me desperté semienterrado y completamente vestido de los pies a la cabeza…

"SOPA DE SUEÑOS"


Preparaba diariamente los menús que traían de cabeza a todos habitantes del reino. Siempre he cocinado con cariño y esmero. La gran olla hervía y era el momento de arrojar los ingredientes: Una casa con lago, una jauría de perros, un viejo tocadiscos, una catana, un gato, una libreta, una bici, un pequeño bote y una caña de pescar. Estando todo introducido en la olla, baje el fuego para así conseguir que se segregaran todos los sabores. Siempre he cocinado platos que de algún modo me ha tentado volver a cocinar. Pero nunca repito plato. Es más nunca cocino para mí. Soy un altruista de la cocina. Un comensal sin sueños, un simple cocinero en loor de todos a los que les hago de comer para ganármelos a pulso a través del estómago…

jueves, 15 de diciembre de 2011

"NUOVA MATTINA"


El comienzo de la mañana fue nublado y oscuro. Como de costumbre no recordaba donde había aparcado el coche. Así que me puse a dar un paseo mientras intentaba dar con él. La niebla era muy densa y humedecía visiblemente mi chupa. Solo podía ver a escasos metros de mi cuerpo, era como si estuviera flotando en una nube. La primera cosa extraña que capté, y tardé en percatarme, fue que no había transeúntes como suele ser normal. Así que pensé que quizás no los veía o que quizás no estaban allí. Sin querer me tope con mi coche que me sorprendió con su parte trasera. Introduje mi llave en la puerta, la abrí y me dejé caer en el frio asiento. Cerré la puerta y tras una gran bocanada de aire el cristal quedo empañado. De pronto sentí un impacto y mi cuerpo automáticamente se activo en modo de alerta. Se me aceleró el corazón y las manos comenzaron a sudarme, me vino el miedo. Ese miedo que todos hemos sentido alguna vez y que es una respuesta del cuerpo para salvaguardarnos de algo malo que puede acontecernos. Me bajé del coche y mientras lo rodeaba ví el retrovisor derecho destrozado en el suelo. Lo arrojé a una papelera y pensé que aún tenía el otro, podía continuar con la marcha. Me volví a subir, arranqué el motor y encendí la radio. Tras un buen recorrido la niebla desapareció y se podía ver la mañana nacer. Mientras conducía no pude evitar mirar inconscientemente varias veces a la derecha y sorprenderme por no ver el retrovisor. De pronto me vino una reflexión sobre lo ocurrido. Me apeé de la carretera y saqué un cigarro de mi camisa mientras lo encendía con los primeros rayos del sol que me daban en la cara. Mi reflexión fue pensar que era importante tener los retrovisores, pues es importante ver qué tienes detrás y el camino que atrás dejas. Pero fue más allá de mis divagaciones cuando presté atención al detalle del tamaño de tales espejos. En comparación con el cristal delantero la diferencia es obvia. Así que pensé que eso era así y no de otro modo porque es más importante el camino que tenemos delante, de ahí la magnitud del cristal, que el que precisamente dejamos atrás. Así que me senté en el capo y comencé a escribir estas líneas sabiendo que mi punto de fuga no está en paralelo con lo demás. Sé que en algún momento esos puntos terminaran por converger.

lunes, 12 de diciembre de 2011

"EL CAMINO"


Todo parece estar preparado para el camino que tenemos antes de llegar. Mochila, comida, lápiz y papel. El pesado viaje en coche propicia que otras posibilidades se abran. Siempre es bueno conducir sintiendo el aire, notando las notas de la música y teniendo escalofríos con los rayos del sol. Siempre se puede ver a través del cristal algún magnifico momento. Un sol escondiéndose en una montaña, unas nubes que trenzan el cielo, un árbol solitario en medio de un valle o incluso hasta si te fijas en las pegatinas de los coches que tienes delante. Tras casi treinta canciones ya está todo colgado y coche cerrado. Empieza el verdadero camino. El que se anda paso a paso. Los primeros cien pasos forman parte del proceso de aclimatación. Los cien siguientes los que te dicen que aún estas a tiempo de dar la vuelta y donde justo el siguiente es el que te dice que ya todo marcha bien. Que disfrutarás en el proceso de llegar hasta el final. Porque aunque sea un camino largo será irrepetible. Puedes retroceder, pararte, sentarte, tumbarte panza arriba, gritar, silbar y escuchar tu eco. Tras cuatro horas de viaje y con la intención de aprovechar el último tiempo de sol para montar la tienda, la marcha se detiene. El diminuto fuego hace hervir la sopa lentamente, tanto como insufla aire el pulmón portátil que da vida al colchón. La oscuridad natural enhebra de manera fácil con el sonido de los animales que saben que hay algo raro en su hábitat. Se disfruta de eso mientras se olisquea la sopa y hace que se empapen los sentidos. Ya con el cuerpo caliente toca descansar, mañana será otro día, es decir, otra lucha. Habrá que seguir tomando la vida como camino y la felicidad como atajo.

lunes, 5 de diciembre de 2011

"SINCRONÍA MENTAL"


Las elucubraciones que durante toda la noche resonaban en mi mente, me hicieron sentarme en el banco que hay junto al colegio. Pensaba de modo mesiánico sobre la humanidad. Esa que se vislumbra en la actualidad. Abogada a la intromisión soez sobre los demás. ¿Cómo se cambia eso? ¿Qué conduce a esa forma de existir? Supongo que será por el ambiente circundante y los grupos de iguales. Por tanto la carga social tiene algo que ver. Existen diversos focos de la actualidad que predican con el ejemplo como un modo a seguir. Como culminación de querer ser lo que lo demás esperan, lo que los demás son. No obstante es algo que entra dentro de lo que cada persona le atañe ser. Por tanto llegué a pensar que alguna función compensatoria social no funciona. Mis divagaciones me condujeron hacia la educación. No se educa para eso, bueno, no se debe de educar para eso. Pero tristemente es más fácil convencer a mil personas que a una. Las bases de toda sociedad deben ir impregnadas de civismo y educación. No hablo de educación en términos de cortesía que también. Sino de su finalidad. Esa finalidad para crear seres críticos que vagan por el método intuitivo como camino correcto. Pondré en mi boca palabras de Rousseau de su contrato social. “El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado.” Nada más descabellado y cierto. Aunque en la mayoría de los casos esas limitaciones vienen establecidas por la ignorancia, la fuerza del poder. Del mismo modo que hago mención a otro libro destacado como manual pedagógico. El Emilio, donde hace referencia a que “el hombre es bueno por naturaleza”, siendo la sociedad quien lo corrompe. Nuestro entorno cultural, plagado por lo todo lo que la Humanidad ha aprendido, se transmite de generación y generación determinando tolo lo que tiene valor. Del mismo modo que aprendemos de otros sin que nadie esté empeñado en enseñárnoslo, pero ese aprendizaje gravita en nuestra vida. Todo forma parte de la cultura, de esa que se saca lo que interesa y la que no se pretende integrar nada más. Qué triste es ser así y que alegre es saber discernirlo. Mañana en clase hablaré de esto con mis alumnos.

jueves, 1 de diciembre de 2011

"VISIÓN OSCURA"


Andaba descalzo y no prestaba atención al suelo, aunque ahora sé que es porque no podía. Alzaba la cabeza y dirigía el oído izquierdo hacia delante. Pues es el primer estimulo que puede recibir. El segundo era toparse con lo que tenía delante. Algunas veces con entes vivos que le ayudan, le apartan o le cogen del brazo y le sueltan en la indicación correcta. Aunque también le pasa con el mobiliario urbano o natural invisible para él y en muchos casos es fatal. A base de golpes ha convertido esas experiencias en movimientos más sigilosos, cautos, pausados y seguros. El mundo que no puede ver es un símil al caparazón de una tortuga. Del mismo modo que su marcha lenta, constante, sufrida y pesada. Siempre llega tarde pero nunca deja de no llegar. Siempre aparece. Incluso cuentan que una tortuga ganó a una liebre. No en velocidad, pero sí con perseverancia y confianza una carrera. Las limitaciones que se le han presentado han sido oportunidades para poder crecer. La acción-reacción que nutre sus instintos le hace luchar y aprender a luchar de un modo más guerrero. Ha sido un guerrero ciego que en una batalla ha dado sus primeros tiros al agua y donde los demás, ha sabido dirigirlos al objetivo.

"SON & RISA"


Creo firmemente en la afirmación de que la risa es el mejor instrumento de mediación social. Para todos aquellos que habéis estado los últimos VIII Siglos bajo tierra, os diré que prestéis atención. Ríe cuanto más y mejor puedas. El 30% de las cosas es como se presentan y el 70% restante es cómo nos las tomamos. Aunque claro, dependiendo del caso ese porcentaje cambia. Son datos subjetivos. Soy un crápula de la risa, de esa risa que termina en tos. Un cínico empedernido de lo que no es mi yo y mi circunstancia, de las sombras de mi caverna que no son mi mundo sensible. Especialmente de aquellas sensaciones que no se pueden oler, sentir y tocar. Así que la importancia ajena que se le da, es lo que más hace que me tronche de risa. Aún a sabiendas de que es verdad. Pero no la mía, para mí son simples interpretaciones que el libre albedrío de la mente le da.

lunes, 28 de noviembre de 2011

"NUEVA ERA"


El país de mi amigo es un mundo donde sólo existe una especie. Esa gran descendencia del superhombre de Nietzsche. Es una sociedad cooperativa donde los valores humanos y por ende animales confluyen en un interés común. Una realización personal y funcional para el paso por la vida. No existe el método Bokanovsky. Nada es condicionado. Todo es construcción. Aunque no todo es armonía. El estado despersonalizado ha dado lugar a una comuna. A una cohesión vital de avance unísono. Se ha fraguado durante largo tiempo a través de las transformaciones que Zaratustra nos narra. Esa transformación que permite ser un espíritu libre. Ese paso de camello a león y de ese león a niño. Ese camello que es una gran síntesis platónica sobre la base de la humanidad sometida que sabe soportar con paciencia todas las cargas pesadas de la vida. Lo que produce una transformación en león que no es otra cosa que la parte más crítica y perspicaz para destronar los valores imperantes establecidos. Para dar lugar a través de esa simbiosis a una transformación en niño, con esa inocencia característica del devenir de las cosas, esa forma de tomar la vida como un juego, esa lucha más férrea para pertenecer a un mundo dionisíaco. En fin, para hacernos copartícipes de un mundo más embriagador.

"LEGO EXISTENCIAL"


Qué juego endiablado hace que algo nazca y fluya para después desgarrarlo. Qué sentido tiene el crear algo que construimos con una base impredecible. Que enredo mental propicia que no se sepa el kit de la cuestión. Todo, realmente todo está en una superestructura cognitiva que encaja en nuestra mente con el mundo real. Ese mundo real que hace que vaguemos por la vía del sin sentido y la sin razón. Nada deja de existir hasta que no se olvida. Nada se olvida hasta que no se suplanta con una mirada tenaz y fija sobre el horizonte que se nos presenta delante. Es divertido jugar a un juego sin saber las reglas. Las posibilidades se multiplican. El que cree que va en cabeza pronto se dará cuenta que se la dejo en la última tirada, en la casilla anterior, lo que hace retroceder de la misma manera que se avanza. Las reglas se imponen para tener la sensación de ser un cazador cazado. Donde la extraordinaria buena racha es sólo la que percibe uno mismo. Todo se aleja de la realidad en detrimento de la realidad personal. Al menos es un juego donde el abandono no está permitido. Donde el transcurso del tablero hace que prevalezca la llegada del final a través de la perseverancia del esfuerzo. Poco importa ganar algo que no se puede tener porque poco importa perder algo que jamás fue tuyo. El objetivo es la meta. Así que cierro el puño y aprieto los dados mientras me propongo a realizar mi tirada definitiva.

"PEQUEÑA HABITACIÓN DE FUEGO"


El pequeño habitáculo esta preparado para que todo se convierta en ceniza. Una ceniza que levita sin gravedad alguna. Una buena disposición debería hacer que la minúscula llama que acerco con un fósforo produzca una gran bola de fuego que ilumine y ensombrezca cada recóndito espacio de tu cuerpo. De paso esa cálida iluminación ofrecerá un foco de luz que de manera estratégica está alineada para no sucumbir en la oscuridad y poder medio ver por donde andamos. Los crujidos de los troncos llaman mi atención del mismo modo que lo llama cuando la llama ha dejado de ser llama para ser fuego. Un fuego que irrumpe mi atención y que me evoca a un tiempo primitivo. Es como si escuchase el desgarrador castigo que supuso y supone aún para Prometeo por darnos el fuego. Es como si todo ardiera y se consumiera del mismo modo que mi vida. Tan cálida, tan agradable, tan significativa y tan efímera.

martes, 15 de noviembre de 2011

"SENDERO GLACIAL"



Qué triste y reconfortante es caminar sobre el hielo. Ese hielo ardiente que resquebraja nuestro pecho como si se introdujeran mil chuchillos en él. La consternación que produce el blanco inmaculado como telón de fondo de nuestro escenario helado nos hace detenernos. El espacio minimalista se torna en escabroso cuando nuestro equilibrio es seriamente perjudicado por el terreno y nos enseña que siempre debemos andar bien. A ser conscientes de que cuando un pie se hunde debemos levantar el culo. El vaho puro que se desprende empaña nuestros sentidos para poder parpadear y hacernos avanzar hacia los claros de sol y continuar por el sendero.

"MUNDO CIRCULAR"



Que conducta más incesante es la que obedecemos en los círculos. Círculos que sirven de bases para controlar todos nuestros actos, círculos que nos permiten entablar ciertas relaciones de apego con nuestros coetáneos más significativos, círculos que nos recuerdan los pasos necesarios para lograr un determinado fin, círculos legales de conducta, cirulos estrictos para determinados grupos, en fin, círculos y mas círculos que demuestran que debemos permanecer dentro de ellos y no salirnos. Si alguien se sale, saldría de la legalidad, de la sociedad, del mundo preestablecido, de los patrones ligados a la existencia de la humanidad, sería un errante del frágil yermo. Por tanto debemos circular por donde las consecuencias confabuladas hacía lo que políticamente correcto está determinado para poder ser como todos. Jugadores de un singular juego al que llaman ser hombre en su sentido artificial.

"MI CÁMARA"



Siempre he tenido una especial curiosidad por ver y tener en mi poder la que iba a ser mi última cámara. Tenía dudas sobre cómo se iba a ver el mundo a través de ella, como sería la luz que producirá su flash y como el objetivo de la cámara podría parecerse a mi objetivo en la vida. Es una labor que me ha costado más de diez años para obtenerla en su totalidad. Es la mejor cámara que me podía proporcionar, al fin y al cabo es la que con mis rudimentarias manos y mi cincel de cobre he creado. También es cierto que ha sido un trabajo constante, similar al de las olas que rompen constantemente contra la costa. He aprovechado la entrada para que durante el amanecer la luz irrumpa donde yacerá mi cuerpo. Proporcionándome una recarga que me permita caminar por el mundo de los vivos sin alertar a nadie. Lo único negativo es que mi cámara funeraria no tiene carrete. Lo que me produce una náusea unida a una desidia total, el no poder revelarlo.

"LABERINTO VITAL"


Que liviano es perpetrar una acción conjunta a dos bandas. Que mejor coartada que el mutismo selectivo personal e irreproducible. Lo que hacemos nos conducen por laberintos farragosos que hemos de sortear. Un laberinto anclado por el destino. Andar de forma voluble por el laberinto nos ofrece la posibilidad de interactuar con las rocas. Esas que con su arenisca nos dejan ciegos con un simple golpe de viento. El llanto lava los ojos y nos brindan una nueva visión, una visión tan idónea como fantasiosa. Pero lo más importante no es lo que vemos, sino hacía donde dirigimos la mirada. Debemos saber si miramos con los ojos adecuados porque mientras tanto no debemos fiarnos de nada de lo que vemos.

jueves, 10 de noviembre de 2011

"RESQUICIO VISUAL"


El ocaso de los atardeceres me infunde expectación. Por lo sutil del canto que produce los objetos cuando se mueven al son del viento. Por lo magnífico cuando algo iluminado poco a poco va introduciéndose en las tinieblas de la sombra. Por lo raro que es cuando a un metro de ti todo está pausado, mientras el mundo continúa en movimiento. Por lo sublime que es la conducta de troquelado de las bandadas de pájaros que recorren el firmamento. Pero lo que llamo mi atención fue un gorrión. Ese que solitario vuela libre más allá de donde su imaginación cabalga.

"PRESTIDIGITACIÓN MANUAL"


Manos que sujetan con presión una causa, manos que se estrechan para zanjar un acuerdo, manos que bailan con las palabras, manos que alzan un dedo, manos que arañan, manos que acarician, manos que quitan sudor, manos que lo producen con su calor, manos que tiemblan, manos que aplauden, manos que se comunican, manos que saludan y manos que se despiden.

martes, 8 de noviembre de 2011

"GUAU"


Hoy hace sol y podré estar tumbado en el descampado. Cerraré los ojos, dejaré que mi olfato me indique cualquier proximidad y con mis orejas escucharé cualquier perturbación que me ponga en riesgo. En los tiempos que corren se tiene poca consideración y he de estar alerta. Hace un calor asfixiante. Todo el pelo de mi cuerpo está cubierto de mugre y enredado. Ahora entiendo por qué desprendo mal olor. Además las liendres al no poder salir me chinchan por dentro. Nunca he tenido un baño salvo el de los charcos o los días de lluvia intensa. Mi estómago cerrado me dice que busque comida. Llevo tres días sin comer, apenas he podido andar desde el último accidente. Unos no tan niños me reprimieron a golpes y he tenido una costilla maltrecha. Antes de eso me atropelló una moto y casi lo hizo antes un camión. Ninguno se preocupo, claro. Que irónico eso de que el perro es el mejor amigo del hombre. Porque el mejor amigo del perro no es el hombre. Son otros perros.

"OJO AL DATO"


Cualquier conglomerado de datos nos muestra lo que de forma farragosa hemos de asimilar, pero hay más. No hablo de datos estadísticos, es más, no son ni datos históricos. Me refiero a los datos gestuales. Esos que vacilan en los actos más recónditos de nuestro ser. Me circunscribo a la filosofía barata que esputamos con cierto maquiavelismo. El razonamiento más discursivo conduce a recoger esos datos y estereotipar nuestra impresión personal más general. Pero después la práctica de esa filosofía es lo que determinará lo que realmente somos. Nuestros actos nos encadenan al mundo y nuestras palabras nos libran de él. Una libertad inconclusa. Para ser libre debemos concordar la fuerza centrifuga de la palabra en nuestros actos. Algo difícil de hacer y de buscar, casi tanto como buscar un niño con mocos.

viernes, 4 de noviembre de 2011

"BOQUIABIERTO"



Como gusta saber cuando somos conscientes de que estamos de manera inocua con la boca abierta y regresamos a nosotros. La mayoría de los casos mientras observamos, la minoría no nos damos cuenta ni de por qué estamos así. Pero es curioso como nuestra mente se camufla con el aire y se desprende de nuestro cuerpo saliendo por la boca. Ese instante en el que te abstraes de todo y encuentras una ansiada paz donde el tiempo y el espacio carecen de sentido e importancia. Las regresiones de un boquiabierto suele ser de manera maniquea, sin términos medios, ahí no está la virtud, están los mediocres. Es una regresión que nos muestra el estrés con el que volvemos sobresaltados al tiempo y espacio determinado por nuestra existencia. Así que abre la boca y dale sabor a la mierda que vas a tragar.

"REFLÉJATE"


El reflejo es algo que está presente en todas las circunstancias de la vida. Sin embargo el que me fascina es el reflejo de la lluvia porque en ella quedan los vestigios de lo que antaño fue y lo que hoy día sigue siendo igual. El reflejo de un mundo que muta con la lluvia y ensalza de sobremanera los colores, brindándonos un tono más tétrico y apocado, más real. Por tanto el reflejo del mundo es otro, es un mundo más realista que idealista. Pero lo importante es que el reflejo que tengo del mundo es el que encuentro en la planta de mis pies. Mi pragmática inconsciencia me conduce a trazar en ella un mapa del mundo. Donde los viajes andados merman mi existencia y donde el retorno induce a mi melancolía a desvariar y desajustar mi mente. Así que la percepción de los reflejos es inversamente proporcional a lo que estamos dispuestos a ver. Un reflejo encadena una serie de factores determinantes en nuestra existencia, el reflejo de un espejo muestra un espejismo, el reflejo del agua muestra los colores y el reflejo de la vida muestra las arrugas de mis pies, el camino que he andado y lo que mis pies y a los que mis pies han pisado.

jueves, 3 de noviembre de 2011

“CONSTRUCCIÓN MENTAL”


Qué bien se derrumba algo que se pensaba que no se iba a desmoronar, algo bien construido, sólido y consistente. Cuanto más seguro se está de algo más suena su desplome. La ineficacia e inacción de nuestros planteamientos no producen ningún cambio. Todo es previsible y eficaz de la misma manera que un sentimiento es sentimiento porque se siente, o en muchos casos se cree sentir. Pero como todo sentimiento bien alineado también sufre las tempestades de la lluvia de ideas y los vientos de la mente. Esos que hacen debilitar cualquier cimiento y hace que más tarde que temprano todo, absolutamente todo, se derrumbe mientras se escuchan los estruendos de los ecos de lo que primero fue nube de polvo y después escombros.

"PASEANDO POR LA CREENCIA"



Qué alegría da pensar en una creencia subjetiva agradable en un mundo puerco. Una creencia ilusoria que más tarde fue despiadada. Es raro saber cómo nuestra conciencia nos las juega y la realidad no deja de ser un juego, un instrumento de nuestro azar. Un azar demasiado peligroso mientras confiamos en él. Lo que mi mente vaticinaba como esperanza ha cambiado y ahora me deja en evidencia. Que iluso he sido al andar por un campo de césped cuando debajo había hormigas. Que incauto ha sido andar descalzo y pensar que el frescor de la hierba es lo que refrescaba mi interior. Así que me tumbo, dejo que el frescor recorra y humedezca mi cuerpo y que mis suspiros refresquen mi alma mientras cierro los ojos y escucho una canción.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

"MANDA ESCALONES"


Empecé los escalones con bastante aplomo y entusiasmo. Apenas hube andado los primeros quinientos, ya eran mis piernas plomo y mi entusiasmo había cogido el ascensor. Lo circular y estrecho de la larga escalinata hizo que me sentara entre los escalones durante los quince minutos que tarde en recuperar una respiración normal. Esa respiración produjo que mi memoria relacional me recordara cuanto tiempo hacia que no respiraba. Llevaba muerto lo que tarde en empezar a subir escaleras y sentarme. Ni en la muerte mi mente se detuvo para saber si debía respirar, a fin de cuentas es lo que me había mantenido vivo y lo que realizaba automáticamente. Así que si, podía respirar, es más podía oler. Un olor a callejón de escaleras y trancos mojados. Continué andando y después de tres mil escalones más llegué a una puerta que parecía la de un cobertizo, ya que desde dentro daba la sensación de que por fuera debía estar al menos a ras de suelo. Al abrirla me encuentro un vigoroso cielo y un sol que abrigaba. Pero justo encima, colgado de una nube, había un letrero. “El cielo”. Mi decepción fue más grande que mi sorpresa. Me había equivocado de camino. Por suerte para mí la puerta por donde vine estaba abierta, así que volví a bajar y una vez en el inicio del camino, me deje caer por la caída libre.

"EL BAILE DE LA SOMBRA"



Bebiendo con la soledad me embriagué en los suspiros del abismo. No un abismo geográfico de un corte vertical, no, el abismo de la inquietud. Una inquietud que tiro mi copa y enredo mi mente. Aquella dicotomía me permitió danzar sin ser visto entre las sombras. Así que me puse otra copa bien cargada, me distraje con el movimiento de la luna y veía como mi cuerpo muerto llamaba la atención de los presentes. Desde entonces hablo y bailo solo entre las sombras.