Las elucubraciones que durante toda la noche resonaban en mi mente, me hicieron sentarme en el banco que hay junto al colegio. Pensaba de modo mesiánico sobre la humanidad. Esa que se vislumbra en la actualidad. Abogada a la intromisión soez sobre los demás. ¿Cómo se cambia eso? ¿Qué conduce a esa forma de existir? Supongo que será por el ambiente circundante y los grupos de iguales. Por tanto la carga social tiene algo que ver. Existen diversos focos de la actualidad que predican con el ejemplo como un modo a seguir. Como culminación de querer ser lo que lo demás esperan, lo que los demás son. No obstante es algo que entra dentro de lo que cada persona le atañe ser. Por tanto llegué a pensar que alguna función compensatoria social no funciona. Mis divagaciones me condujeron hacia la educación. No se educa para eso, bueno, no se debe de educar para eso. Pero tristemente es más fácil convencer a mil personas que a una. Las bases de toda sociedad deben ir impregnadas de civismo y educación. No hablo de educación en términos de cortesía que también. Sino de su finalidad. Esa finalidad para crear seres críticos que vagan por el método intuitivo como camino correcto. Pondré en mi boca palabras de Rousseau de su contrato social. “El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado.” Nada más descabellado y cierto. Aunque en la mayoría de los casos esas limitaciones vienen establecidas por la ignorancia, la fuerza del poder. Del mismo modo que hago mención a otro libro destacado como manual pedagógico. El Emilio, donde hace referencia a que “el hombre es bueno por naturaleza”, siendo la sociedad quien lo corrompe. Nuestro entorno cultural, plagado por lo todo lo que la Humanidad ha aprendido, se transmite de generación y generación determinando tolo lo que tiene valor. Del mismo modo que aprendemos de otros sin que nadie esté empeñado en enseñárnoslo, pero ese aprendizaje gravita en nuestra vida. Todo forma parte de la cultura, de esa que se saca lo que interesa y la que no se pretende integrar nada más. Qué triste es ser así y que alegre es saber discernirlo. Mañana en clase hablaré de esto con mis alumnos.
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